Te ayudamos a elegir las mejores aletas de buceo y las que mejor se adapten a ti
Las aletas de buceo (o flippers), están totalmente pensadas para aumentar y mejorar nuestra maniobrabilidad y velocidad bajo el agua. En el basto y extenso fondo marino, se pueden crear corrientes y mareas que nos pueden llegar a desorientar o simplemente frustrar nuestra inmersión. Por ello, en función de nuestro físico, nuestro nivel y en qué tipo de aguas vamos a meternos, deberemos escoger muy bien las aletas de buceo, ya que una óptima elección de las mismas, nos facilitará enormemente movernos con comodidad bajo el agua y poder hacer frente, de forma efectiva, a cualquier tipo de contratiempo.
Por ello, a continuación, te vamos a dar algunos consejos para elegir las mejores aletas de buceo para ti.
Aletas abiertas y cerradas
Las aletas abiertas o ajustables se caracterizan principalmente, por ser aletas que tienen, en la parte del pedestal, unas correas ajustables. Este tipo de aletas, si se nada en aguas frías, se deben poner con escarpines o botas de buceo, ya que necesitaremos una protección extra contra el frío ya que las aletas abiertas no nos cubren el pie al completo. Este tipo de flippers son los más usados y recomendados, por lo general, para la práctica del buceo o snorkel.
Las aletas cerradas o calzantes, al contrario que las abiertas, nos protegen el pie entero. Estas se pueden utilizar con el pie desnudo. Al contrario que las abiertas, este tipo de aleta nos sujeta el pie de una forma mucho más rígida, consiguiendo así más impulso en el aleteo, pero menos maniobrabilidad en los giros.
Rigidez y tamaño
La rigidez de la pala (que es la parte más grande de la aleta, con la que nos impulsamos) vendrá determinada por el tipo de ejercicio que vayamos a realizar. Si es un uso relacionado con el ocio o la observación marina, optaremos por unas aletas con una pala blanda, con menor rigidez. Esto facilita el aleteo porque requerirá menor esfuerzo. Las palas más rígidas están pensadas para aquellos deportistas más profesionales que realicen buceos más técnicos.
El tamaño está directamente relacionado con la dureza de las palas. Como comentábamos anteriormente, dependiendo del tipo de práctica que vayamos a realizar (si requiere mayor o menor esfuerzo), optaremos por palas más largas o cortas. Las cortas, nos facilitarán el aleteo, por lo que unas aletas blandas y cortas, son las más recomendadas para inmersiones que requieran de poco movimiento bajo el agua. En cambio, unas palas largas y rígidas, estarán sujetas a un mayor esfuerzo de nuestra pierna a la hora de aletear con ellas, pero nos darán más velocidad. Por ello, nuestra fuerza física y muscular en las piernas, también es indispensable a la hora de elegir aletas, ya que, en función de la resistencia y fortaleza de cada persona, le vendrá mejor un tipo u otro.
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Fuente: Viajando Con Aletas